En Colombia, el uso masivo de la fumigación aérea para erradicar los campos de coca, como parte de una estrategia llamada Plan Colombia, ha causado la contaminación por pesticidas de la tierra y el agua, y las graves quejas de salud de los residentes. La firma multinacional Monsanto es el principal fabricante y minorista de Round-Up Ultra, un tipo de glifosato utilizado para fumigar las plantaciones ilegales. Monsanto ha dicho que este producto es ambientalmente seguro, negando los efectos tóxicos en la salud o el medio ambiente humano. Sin embargo, las comunidades rurales e indígenas locales que viven en Putumayo, y otras regiones rociadas por herbicidas, han informado que la fumigación indiscriminada causa enfermedades, destruye cultivos alimenticios y contamina los suministros de agua. Las fumigaciones están financiadas en gran medida por los programas de ayuda del gobierno de los Estados Unidos. Aún después de más de diez años de fumigaciones aéreas, su objetivo principal: la erradicación de las plantaciones de Coca está lejos de ser lograda. |